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El legionario romano y su equipo (Guia del legionario de la VIIII)
El legionario (en latín legionarius) era el integrante de una unidad militar del ejército romano.
Al entrar en la legión, juraba obedecer a su general, seguirle por dondequiera le condujese, y permanecer debajo de la bandera mientras no fuese relevado de su juramento a. El juramento lo prestaban solemnemente, en presencia del cónsul, los oficiales, tribunos y centuriones; después se daba lectura de él, a los soldados, y llamado cada uno por su apellido. Roma debió su grandeza a las cualidades excepcionales de sus primeros soldados.
Uno de sus principales atributos,
ya que muchas veces se enfrentaban con ejércitos mayores y mejor
equipados, era el de formar parte de un cuerpo sumamente disciplinado y
en constante entrenamiento, tanto para poder efectuar maniobras
militares en forma precisa y exacta, como la famosa tortuga o testudo,
como para trabajar en obras de ingeniería militar (construcción de
campamentos, murallas y fortalezas) y obras públicas (caminos, puentes y
acueductos).
Los soldados romanos mostraron notable resistencia en las fatigas del servicio. Hacían, marchas de 8 a 32 kilómetros, con una carga de 60 libras romanas, casi unos 20 kilogramos. Cada hombre llevaba en marcha, además de sus armas, diversos utensilios hacha, pala, azadón, y quince días de víveres. Esta carga la llevaban en el hombro derecho, atada a una percha. Una vez llegados a la etapa, los soldados debían fortificar el lugar antes de darse al descanso. |
1.- Equipamiento |
2.- Gladius |
3.- Pugio |
4.- Scutum |
5.- Pilum |
6.- Consultas |
10 Enero de 2010