LEGIO VIIII Hispana Contubernio SUR |
El legionario romano y su equipo (Guia del legionario de la VIIII)
El legionario (en latín legionarius) era el integrante de una unidad militar del ejército romano. Esta se conformaba generalmente por ciudadanos romanos mayores de 15 años. La duración del servicio militar de un legionario era en la República temprana la de la duración de la campaña militar. En el siglo II a. C. se estableció que el servicio máximo debía ser de 16 campañas. Después de las reformas de Mario, el tiempo de servició quedo fijado en 25 años, que fueron rebajados a 20 en época de Augusto. Recibía un paga por sus servicios y, al finalizar su enrolamiento, tierras o, a partir de Augusto, un premio en metálico abonado por el Aerarium Militaris. Al entrar en la legión, juraba obedecer a su general, seguirle por dondequiera le condujese, y permanecer debajo de la bandera mientras no fuese relevado de su juramento a. El juramento lo prestaban solemnemente, en presencia del cónsul, los oficiales, tribunos y centuriones; después se daba lectura de él, a los soldados, y llamado cada uno por su apellido. Roma debió su grandeza a las cualidades excepcionales de sus primeros soldados.
Uno de sus principales atributos,
ya que muchas veces se enfrentaban con ejércitos mayores y mejor
equipados, era el de formar parte de un cuerpo sumamente disciplinado y
en constante entrenamiento, tanto para poder efectuar maniobras
militares en forma precisa y exacta, como la famosa tortuga o testudo,
como para trabajar en obras de ingeniería militar (construcción de
campamentos, murallas y fortalezas) y obras públicas (caminos, puentes y
acueductos). El soldado romano era, en general, un hombre grueso y robusto, que los trabajos del campo hablan endurecido al trabajo. No se admitían además en el ejército sino a hombres cuya robustez fuese probada, y el consejo de revisión que seguía al enganche, era extremadamente severo. Los soldados romanos mostraron notable resistencia en las fatigas del servicio. Hacían, marchas de 8 a 32 kilómetros, con una carga de 60 libras romanas, casi unos 20 kilogramos. Cada hombre llevaba en marcha, además de sus armas, diversos utensilios hacha, pala, azadón, y quince días de víveres. Esta carga la llevaban en el hombro derecho, atada a una percha. Una vez llegados a la etapa, los soldados debían fortificar el lugar antes de darse al descanso. |
1.- Equipamiento |
2.- Gladius |
3.- Pugio |
4.- Scutum |
5.- Pilum |
6.- Consultas |
10 Enero de 2010