CONTROLES DE TONO Y
VOLUMEN
La
potencia acústica del amplificador de B.F. de dos etapas de la práctica
anterior era excesiva sin potenciómetro de volumen, por lo que procede
rebajarla convenientemente hasta alcanzar el nivel sonoro adecuado en cada
circunstancia. Para conseguirlo se precisa únicamente un
potenciómetro logarítmico «de volumen»,
que tiene como cometido regular la cantidad de señal de B.F. que se aplica a
la entrada del preamplificador, siendo su circuito el mostrado en la figura.
Según la posición del cursor de este potenciómetro, la cantidad de B.F. que
se aplica a la entrada del amplificador varía, con lo que lo hará
proporcionalmente la potencia obtenida en el altavoz. En el caso de la
figura, cuanto más arriba esté el cursor, más señal se introduce, y
viceversa.
El tono del
sonido reproducido por el amplificador tampoco será muy perfecto, sobre todo
en el caso de utilizar un solo altavoz y recordando las características que
se presentaron relativa a los altavoces.
Aunque la tonalidad ideal entre los sonidos graves y
los agudos es bastante objetiva y depende de cada persona, es interesante
disponer de un mando para modificarla a voluntad. Dicho mando deberá ser
capaz de seleccionar y dejar pasar las frecuencias altas o las bajas, para
que se oigan los agudos o los graves a conveniencia. En cierta posición del
control de tono pasarán preponderantemente las frecuencias altas y el sonido
será bastante agudo; en otra posición pasará la gama de las frecuencias
bajas, y el sonido tendrá un tono grave. El mando de tono que colocaremos al
amplificador de dos etapas será muy elemental, constituido por un
potenciómetro lineal y un condensador,
tal como se muestra en la figura. El comportamiento del control de tono es
el siguiente: la señal de B.F., compuesta por frecuencias comprendidas entre
los 16 Hz y los
20.000 Hz, está aplicada entre el cursor
del potenciómetro de volumen y masa. Entre dichos puntos se coloca un
condensador de 10.000 pF y un
potenciómetro, además de la entrada al amplificador.
El condensador, junto con el potenciómetro de tono, presentan
a las frecuencias un camino diferente según el valor del potenciómetro; es
decir, que la impedancia compuesta por estos dos elementos varía por dos
motivos: uno, según la frecuencia que se esté introduciendo por la plaqueta
de FONO (la XC
del condensador es inversamente proporcional a la frecuencia de trabajo) y
otro, por el valor de la resistencia del potenciómetro de FONO, que se
regula a voluntad; por tanto, para variar los límites de las frecuencias que
pasan por estos componentes se altera el valor óhmico del potenciómetro de
tono, con lo que se derivan a masa ciertas frecuencias, que dejarán de oírse
en el altavoz.
MONTAJE PRACTICO DE LOS CONTROLES DE VOLUMEN Y TONO
La posición de la
plaqueta de FONO en el chasis es muy distante de la del potenciómetro de
volumen que regulará la cantidad de la señal de B.F. que se aplique al
amplificador. Por este motivo el recorrido de la B.F. entre estos dos
elementos ha de estar bien protegido contra las interferencias, ruidos y
parásitos que pudieran introducirse por los cables
y perturbar la señal que hay que reproducir. Los cables que se
emplearán en la interconexión de estas partes serán
«blindados», lo que significa que sobre el
cable o alma que transporta la B.F., hay un recubrimiento de plástico y
sobre él una malla metálica que lo envuelve y se conecta a masa, para
derivar al chasis las perturbaciones antes aludidas, impidiendo que lleguen
al alma. A veces, y como se muestra en la figura, sobre la malla metálica
existe otro recubrimiento de plástico.
Las fases del montaje práctico para
conectar el potenciómetro de volumen, que ya está colocado en el chasis y
del que utilizamos el interruptor que lleva incorporado, cuyos bornes son
las dos patitas frontales, son las siguientes:
1.º) Cortar dos trozos de cable blindado: uno, que tendrá la longitud
suficiente para unir la pata central del potenciómetro de volumen con la
patilla del portaconexiones al que llega el condensador de 10.000 pF desde
la patilla 2 de la
UBC81; otro, que cubra el recorrido entre la
patilla derecha del potenciómetro de volumen y el terminal libre del
portaconexiones. Una vez cortados dichos trozos de cable blindado, preparar
sus extremos, descubriendo 1 ó 2 centímetros el alma y dejando al
descubierto en ambos unos 4 centímetros de malla, la que se rasga
transversalmente y se retuerce para realizar mejor su soldadura a tierra.

2º) Conectar uno de dichos trozos de cable blindado ya preparado entre la
pata central del potenciómetro de volumen (colocado ya con ocasión de
utilizar el interruptor que lleva incorporado) y el terminal del
portaconexiones al que llega el condensador de 10.000 pF. El cable blindado
debe ir a ras del chasis, y las mallas retorcidas en ambos extremos se
soldarán a tomas de masa cercanas.
3.º) El otro trozo de cable blindado, enviarlo desde la patita derecha del
potenciómetro de volumen hasta el terminal libre del portaconexiones, según
detalle de la figura. Los dos arrollamientos de las mallas de los
cables blindados se sueldan juntas, en un extremo, a la toma de masa que hay
al lado del potenciómetro y, en el otro, a la toma de masa colocada debajo
del portaconexiones.
4.º) Colocar un cable de conexiones desde el terminal del portaconexiones a
donde «sólo» llega el último cable blindado, hasta el terminal izquierdo de
la plaqueta de FONO.
5.º) Poner una toma de masa en el tornillo derecho que sujeta la plaqueta de
FONO y unir a ella mediante cable pelado el terminal derecho de dicha
plaqueta.
6.º) Mandar a la toma de masa cercana la patita libre (izquierda) del
potenciómetro de volumen, por medio de cable pelado.
7.º) Para realizar el control de tono se comienza sujetando fuertemente un
potenciómetro lineal de 20 K en el agujero derecho respecto al de
volumen en la chapa del dial.
8.º) Se conecta un condensador de papel o poliéster, de 10.000 pF, 300 V,
entre la pata central del potenciómetro de volumen y la izquierda del de
tono, mientras que las dos patas restantes de este último se unen mediante
cable pelado y se mandan a masa. En la figura se representa el montaje del
control de tono.
Una vez hecho el montaje convendrá probar el
funcionamiento del amplificador y la regulación de los controles de volumen
y tono, introduciendo una señal de B.F. por la plaqueta de FONO. También se
recomienda anotar los valores correctos de las tensiones estudiadas en
prácticas anteriores, con señal y sin ella.
PROCEDIMIENTOS ESTÁTICO Y DINÁMICO PARA LA
LOCALIZACIÓN DE AVERÍAS EN UN AMPLIFICADOR DE B.F.
Disponiendo del
esquema del amplificador y de las tensiones correctas cuando funcionaba
bien, un método para localizar una avería será el de medir una por una todas
las magnitudes y buscar las incorrectas, para que con su conocimiento
podamos sospechar del componente defectuoso (válvula agotada o con cortos
internos, resistencias abiertas o aumentadas de valor, condensadores en
corto o con fugas, etc.).
A este
procedimiento se le llama «estático»,
porque en la búsqueda de la avería sólo se precisa el
polímetro y no hay que introducir una señal
de B.F. para comprobar el resultado.
Un método más propio, a
la vez que más rápido para un técnico electrónico, es el
«dinámico», consistente en
introducir una señal de B.F. mediante un
inyector o generador en diversos puntos del circuito, desde el altavoz hasta
la entrada o FONO, hasta localizar la etapa defectuosa, y ya en ella buscar
con el polímetro las tensiones que difieren de las válidas conocidas, para
deducir la causa de la avería.
Supongamos que se dispone de un
amplificador de tres etapas como el mostrado en la figura. Con el método
dinámico se comienza aplicando con el inyector la señal de B.F. al altavoz
(punto 1 de la figura). En caso de estar defectuoso no se oirá nada. Luego
se inyecta en el secundario y en el primario del transformador de
acoplamiento. Si en estos puntos se oye un breve pitido (hay que tener en
cuenta que la señal del inyector está sin amplificar y es muy baja), es
prueba de que el altavoz y el transformador están bien.

A continuación se aplica el inyector en el punto
2 de la figura, o sea, en la entrada de la tercera etapa. Si se oye el
pitido del generador en el altavoz es que está bien; si no, será ésta la
etapa averiada y con el polímetro localizaremos en ella el componente
defectuoso.
Si la tercera etapa está bien se toca en la entrada de
la segunda (punto 3), y si se comprueba que también está bien se inyecta
señal en la entrada de la primera etapa (punto 4). Siguiendo este orden en
los puntos de inyección, la etapa que no responda y que al inyectar en ella
no se oiga nada en el altavoz será la averiada. |